“Si tenemos caries nos vamos a enterar debido al dolor”. Esto es falso, ya que la caries no causa dolor hasta que llega al nervio y cuando esto sucede está muy avanzada. La presencia o no de caries solo la puede determinar un dentista.
“Las caries solo se producen si tomamos azúcar”. Esto es relativo, las bacterias que producen el ácido que da lugar a la caries, lo hacen cuando se consumen hidratos de carbono. De modo que no es sólo el azúcar el que propicia esto.
“Los cepillos con cerdas duras son los que mejor limpian”. Esto es falso, podemos limpiar igual de bien nuestros dientes con un cepillo de cerdas más suaves. Por otro lado el uso de cerdas demasiado fuertes puede debilitar el esmalte y dañar las encías.
“Las limpiezas dentales dañan el esmalte”. No, las nuevas técnicas utilizan tecnologías que son capaces de eliminar el sarro sin dañar en absoluto el esmalte.
“Si las encías sangran no se deben cepillar los dientes”. Al contrario, normalmente el sangrado de las encías se produce por la placa dental, de modo que el cepillado ayudará. Recuerda que en caso de enfermedad periodontal, debes acudir al dentista.
“La leche es buena para los dientes”. En efecto, la leche contiene calcio que es beneficioso, pero también contiene lactosa que al ser un glúcido, es perjudicial.
“Las pastas blanqueantes son efectivas”. No blanquean los dientes, sino que eliminan las manchas que hay en ellos y hacen que el color natural del diente sea más evidente, ya sea más blanco o más amarillento.
“Los dientes amarillos no son sanos”. No es cierto, el color amarillento no indica enfermedad en los dientes. Cualquier dentadura, blanquecina o amarilla puede estar enferma.
“La cola no daña los dientes”. Sí los daña, y además doblemente: por una parte contiene azúcares que propician las caries y por otro es ácida y daña el esmalte.
“La ortodoncia solo es apta en personas jóvenes o adolescentes”. Esto es falso, la edad idónea para usar ortodoncia es la adolescencia pero nunca es tarde para poder corregir los dientes con la misma.