21 Abr Tabaco y dientes ¿cómo afecta a la salud bucodental?
Si eres fumador, seguro que recuerdas tu visita al dentista por la frase: “Deberías dejar de fumar”. Esto no es un consejo al azar, el tabaco es perjudicial para la salud en general pero la boca es su puerta de entrada al organismo y por lo tanto la que peores consecuencias puede sufrir a la larga.
El tabaco da lugar a muchos problemas en la boca y la dentadura, los más evidentes son quizás el mal aliento que produce y el color amarillento que otorga a los dientes. El color amarillo no es una simple mancha que produce el fumar cigarrillos, sino un síntoma que refleja la mala salud en la que se encuentran la boca y los dientes. La halitosis o mal aliento se relaciona directamente con la sequedad de las mucosas de la boca y las vías respiratorias que producen el tabaco, el alquitrán, la nicotina y demás sustancias aditivas; esto conlleva a una falta de higiene y oxigenación de la boca. Los fumadores también tienen más dificultad a la hora de la cicatrización de las heridas bucales, así como más riesgo de padecer cáncer oral, debido a las sustancias nocivas.
Otro problema común que quizás sea el más grave es el aumento del riesgo de enfermedades periodontales. El humo del tabaco reduce el número de defensas en las encías y por lo tanto son más propensas a ataques bacterianos e infecciones. Además de hacer más vulnerable la encía, reduce el riesgo sanguíneo en la misma y presentan un color pálido, de modo que aunque la encía enferme es muy posible que no estemos en alerta, debido a que no sangran lo que deben. El fumador debe ir a menudo al dentista, ya que puede tener alguna enfermedad periodontal que no se manifieste.
En relación a lo anterior, además de ser más vulnerables a las enfermedades periodontales, los fumadores responden peor a las cirugías y tratamientos de estas. Una vez tratado el problema, también tienen más posibilidades de que la enfermedad reaparezca.