22 Oct Injertos óseos para la colocación de implantes dentales estéticos
El problema más frecuente al momento de colocar implantes dentales en la zona frontal de la boca es la falta de hueso, ya que después de la extracción dental suele haber reabsorción ósea, las cuales son más acentuadas en la zona frontal de los dientes superiores.
Izquierda: Ausencia de incisivo central, nótese depresión en la encía por falta de hueso. Centro: Ausencia de incisivo central, nótese colapso de la encía por falta de hueso. Derecha: Corona final. Se hizo injerto óseo previo a la colocación del implante: nótese el excelente estado de la encía que rodea la corona sobre el implante y la absoluta simetría de ambos incisivos en forma y color.
En la zona frontal, la estética de la sonrisa no depende solamente de una corona dental de porcelana que se mimetice en color y forma con los dientes vecinos. Es incluso más importante que lo que llamamos “la estética rosa”, es decir, la encía que rodea al implante tenga unas dimensiones y aspecto similares a la de los dientes vecinos.
Pero debemos saber que las dimensiones de la encía e incluso su color dependen del hueso subyacente y que cuando no hay hueso suficiente rodeando la zona labial del implante la encía tiene una apariencia gris y antiestética, además el perfil de emergencia de la corona de porcelana se ve antinatural, es decir no asemeja el de un diente sano.
Es por eso que para realizar una implantología estética de alta calidad el cirujano debe ser experto en el manejo de los injertos de hueso.
Aunque muchas veces se usa como excusa el traumatismo inherente a la cirugía para justificar la no realización de un injerto óseo, las ventajas son tan evidentes que merece la pena hacer un procedimiento de injerto óseo, sobre todo cuando nos va a asegurar a largo plazo la salud, la función e incluso la estética de nuestros implantes, ya que un implante que no está rodeado completamente de hueso es más susceptibles a complicaciones infecciosas y mecánicas.
Otra excusa frecuente es la posibilidad de “rechazo”; el paciente debe saber que los injertos de hueso son muy sensibles a la mano del cirujano. Es por eso que en manos inexpertas, el riesgo de fracaso es mucho mayor, sin embargo, el especialista que está habituado a realizar injertos óseos de manera consuetudinaria suele tener un altísimo porcentaje de éxito.
Es importante reseñar que el uso del microscopio ayuda a realizar incisiones y suturas más precisas y atraumáticas con lo que el éxito es mayor.
Prácticamente la totalidad de los pacientes que se someten a injertos óseos afirman que durante la cirugía no sintieron nada y con la medicación adecuada el postoperatorio es muy tolerable y que tras los primeros días han podido hacer todo tipo de actividad física incluso deportes. Con el paso del tiempo cuando estos pacientes ven el resultado del tratamiento a mediano-largo plazo, se sienten incluso afortunado por haber sido tratado de la manera más sensata desde el punto de vista médico porque saben que sus implantes están completamente sanos. Es importante llegados a este punto recalcar que el principal requisito para que un implante tenga un éxito en cuanto a salud, función y estética es que esté rodeado completamente de hueso.
En Clínica ortoPerio somos especialistas en injertos óseos y realizamos periódicamente cursos y publicaciones sobre esta delicada materia.
Puedes acceder a las publicaciones del Dr. David González y explorar la excelente estética que se obtiene al realizar injertos óseos para la colocación de implantes.
Casos como el que ilustra este post son rutinarios en nuestra consulta, como puedes ver el resultado es excelente desde el punto de vista estético no solo porque la corona de porcelana mimetiza el diente adyacente, sino también porque hemos injertado hueso lo cual da como resultado una “estética rosa” magnífica.