La higiene bucal de los niños ha de empezarse tras salir el primer diente. Para esta primera fase se ha de usarse una gasa o un cepillo muy suave. El momento ideal para usar el cepillo o cambiar a uno un poco más duro, es cuando sale el primer molar. La pasta de dientes se …
La higiene bucal de los niños ha de empezarse tras salir el primer diente. Para esta primera fase se ha de usarse una gasa o un cepillo muy suave. El momento ideal para usar el cepillo o cambiar a uno un poco más duro, es cuando sale el primer molar.
La pasta de dientes se debe empezar a usar a partir de los dos años de edad y a ser posible ha de llevar flúor, ya que ayuda a prevenir caries. La cantidad tiene que ser muy poca, basta con el tamaño de un piñón.
En cuanto a la educación en este hábito en un principio es necesaria la ayuda de los padres para hacerlo correctamente. De vez en cuando hay que dejarles que imiten ellos mismos los mismos movimientos para que vayan aprendiendo, pero no hay que hacerlo por costumbre. Es bueno crear un hábito de cepillado, por ejemplo empezando siempre por el mismo lado, siguiendo con el otro y terminando con la parte frontal.
Hasta que el niño no cumpla alrededor de los diez años de edad no deberá cepillarse los dientes solo, y la supervisión de los padres ha de seguir hasta que vean que el ha aprendido de manera correcta.
En la primera visita al dentista, éste le hará una revisión de dientes y encías, verá si hay caries, si la mordida es correcta, si hay alteraciones de crecimiento y preguntará los antecedentes genético- dentales. Éste también orientará a los padres y al niño sobre el procedimiento a seguir con respecto a su salud bucal y le informará si tiene que hacer algo adicional con objetivo de mejora, como colocar una ortodoncia o un aparato removible en el caso de que sea necesario; cuanto antes se diagnostique este tipo de cosas, más fácil será tratarlas.
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