¿Cómo se diagnostica la periodoncia?
El diagnóstico definitivo se basa en la historia clínica, en el estudio radiográfico y en la exploración de las encías y dientes. Es fundamental hacer un sondaje (medir alrededor de cada uno de los dientes para ver si se ha perdido hueso). Estas medidas son registradas en una gráfica (periodontograma) que nos ayuda a dibujar un “mapa” del hueso y los tejidos de soporte de cada diente.
¿Cuál es la causa de la periodontitis?
Esta enfermedad tiene su origen en unas bacterias que tenemos en la boca, alrededor de los dientes que, si no son eliminadas, invaden el surco que se forma entre las encías y los dientes, donde se reproducen provocando la inflamación y destrucción de los tejidos. Las bacterias, por sí mismas, no son capaces de provocar las consecuencias de estas enfermedades. Necesitan de un individuo susceptible (predisposición genética) y también el tabaco, el estrés, la edad avanzada, la malnutrición o el consumo de alcohol excesivo son factores de riesgo muy importantes que facilitan la colonización por parte de estas bacterias. El factor genético es muy importante. Hay personas que acumulan mucha placa (suciedad) pero sus tejidos de soporte resisten bien esta agresión. Sin embargo en otras personas las enfermedad avanza de forma rápida y agresiva. Por eso es especialmente importante saber si hay en la familia antecedentes de este tipo de enfermedades.
¿Cuáles son los síntomas de la periodontitis?
Ni la gingivitis ni la periodontitis (en sus estadíos iniciales) duelen, por eso a veces avanzan sin que nos demos cuenta. El síntoma más evidente de la gingivitis es el sangrado espontáneo o al cepillarse los dientes. En fumadores esto puede pasar desapercibido debido al efecto vasoconstrictor del tabaco. Los pacientes con periodontitis padecen síntomas tales como la retracción de las encías (dientes más largos), aparición de espacios entre los dientes, movilidad de los dientes, sensibilidad dentaria al frío, flemones y, algunas veces, quemazón. Suelen tener encías rojas, hinchadas o sensación de mal sabor de boca, o nos comentan que tienen mal aliento y sus encías sangran de manera espontánea, durante el cepillado o las comidas.La periodontitis puede doler, pero generalmente no es así, motivo por el que muchas veces es inadvertida por los pacientes. También los fumadores han de tener en cuenta que su circulación sanguínea se ve disminuida y por ello sangran menos las encías. Y ello contribuye a enmascarar la presencia de la periodontitis.